Al comienzo de una relación de pareja, tratamos de ser agradables para el otro hasta que nuestras máscaras más atractivas comienzan a caer y podemos empezar a mirar al otro de una forma más real al mismo tiempo que mostrarnos más verdaderos. Ha llegado el momento de la verdad. De hacer o no hacer un compromiso para desarrollar la vida compartida. Si queremos que el compromiso prospere, es necesario:
Sanar los lastres, las ideas y estructuras que traemos de nuestro árbol familiar y que no tienen que ver con nuestra esencia. La familia nos trasmite ideas y formas de hacer pareja que ya no son útiles para la felicidad personal.
Una vez hecho este trabajo, potenciar los dones personales que puedes ofrecer a la pareja como una inversión de amor, porque eso potenciará la relación. Alimentar esos dones que más adelante beneficiarán al mundo.
Tener una finalidad y proyectos comunes: Más allá de decidir estar juntos, es necesario generar una actividad común o un proyecto común que desarrolle los deseos o aspiraciones mutuas, sea esto andar en bicicleta, concebir un hijo o trabajar juntos por algún bien colectivo.
Ser honestos: Manifestar nuestros pensamientos y deseos con total honestidad clarifica la atmósfera amorosa y evita proyecciones que hacemos sobre la pareja, porque normalmente, no estamos viendo al otro en su verdad o estamos proyectando sobre el otro situaciones que no están resueltas en nosotros como individuos.
Permitir que el otro sea quien es y no el que nosotros queremos que sea: Reconocer a la pareja tal cual es, con sus cualidades y defectos, a la vez que mostrar nuestras necesidades intelectuales, emocionales, sexuales y materiales impulsará a acuerdos que harán crecer a ambos integrantes de la pareja.
Estar dispuestos a compartir ideas emociones deseos y bienes en libertad y en resonancia con tu armonía interna: esto quiere decir con la libertad de decir no, cuando no quieres o no te gusta algo, sin que esto signifique rupturas.
Todo lo anterior va a generar confianza. Cuánto más cerca estamos de la propia autenticidad, iremos construyendo una complicidad amorosa que te provoca ganas, sensaciones de bienestar y la alegría de construir y crecer de a dos.